Los sensores inductivos Baluff se emplean para controlar, regular, automatizar y posicionar procesos de trabajo. Se trata de sensores robustos que detectan la presencia de una pieza metálica.
Trabajan sin contacto y tienen una salida electrónica, es decir, están libres de desgaste.
Estos sensores se aplican en máquinas, herramientas, máquinas transformadoras de plásticos, máquinas textiles, equipos de montaje, máquinas madereras y en la industria automotriz, así como allí donde deba incorporarse automatización.